El otro entrega final


El retrato elegido lo saque con el diafragma en 5, con un ISO en 100 y una velocidad de obturación de 1/20. La saqué en un día nublado por lo que pudo entrar más luz de lo que suele entrar por esa ventana.



Me costó retratar a mi madre, en parte por el desgaste de la convivencia, en parte porque posaba de una manera muy particular, como ella quería salir en la foto, pero la verdad es que todas las fotos de ella con esa expresión me hacían acordar a fotos de un casamiento o de recuerdos de alguna vacación y me parecían impersonales y sobre todo muy alejadas de la persona que yo conozco. Por suerte con el correr de los días y a medida mi acecho constante con la cámara se volvía parte de la cotidianidad, fuimos mejorando la dinámica y ella se fue relajando ante el lente.




Retrato en ausencia


Personalmente siempre me pareció rarísimo que tenga una reposera en su cuarto, pero la realidad es que la usa todos los días tanto como asiento, que como perchero. Acá se ve un pedazo de su vida privada y de su modo de ser que intenta no sacar a la luz.

 

Autorretratos








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