El otro entrega final
Me costó retratar
a mi madre, en parte por el desgaste de la convivencia, en parte porque posaba de una manera muy particular, como ella
quería salir en la foto, pero la verdad es que todas las fotos de ella
con esa expresión me hacían acordar a fotos de un casamiento o de recuerdos de
alguna vacación y me parecían impersonales y sobre todo muy alejadas de la
persona que yo conozco. Por suerte con el correr de los días y a medida mi
acecho constante con la cámara se volvía parte de la cotidianidad, fuimos
mejorando la dinámica y ella se fue relajando ante el lente.
Retrato en ausencia
Personalmente siempre
me pareció rarísimo que tenga una reposera en su cuarto, pero la realidad es
que la usa todos los días tanto como asiento, que como perchero. Acá se ve un pedazo
de su vida privada y de su modo de ser que intenta no sacar a la luz.
Autorretratos
Sos el 1
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